Extraordinaria película, que como un caso poco usual, supo emerger, hasta en contra misma de sus propios productores y de muchas personas de su época, gracias a su profundidad y a la genialidad de su director y guionista: Orson Welles. El orgullo y prepotencia de una sociedad arribista que le daba la mayor importancia a cosas superfluas y sin consideración por el ser humano; también el avasallante paso de la era industrial marcada por el auge del automóvil, dando paso a una sociedad de pocos Ambersons a una sociedad de miles Ambersons como vemos en la actualidad. Maravillosa fotografía, un guión extraordinario, iluminación, musicalización.
Soberbia, palabra incrustada en cada rincón de esta magistral película y en nuestras vidas. Dramática y entrañable, poética y bella mirada a nuestros mas profundos sentimientos.

"Debes encontrar
esa escritura, George.
No te preocupes.
Debe estar en el sol...
Al principio
sólo existía el sol.
El sol...
La tierra salió del sol
y nosotros de la tierra.
Así que,
donde quiera que estemos,
estaremos en la tierra..."


"Querida mía:
Creí llegado el momento
de pedirte en matrimonio.
Tuviste la gentileza
de permitirme
creer que había esperanzas.
Ahora, no nos enfrentamos
a la calumnia,
ni al temor a ella.
No lo sentimos.
Pero hay quién sí la teme,
tu hijo.
Querida mía, sé lo que él
representa para ti
y eso me preocupa.
Déjame que te lo explique.
No creo que él cambie.
Las cosas que
a los 21 o 22 años,
parecen duraderas
y terribles
a los 40 son solo polvo
que desaparece.
Los de 40 no podemos
explicárselo a los de 20;
los de 20 sólo lo descubren
cuando tienen 40.
Y ésta es la disyuntiva:
...No destroces de nuevo
mi vida, cariño.
Esta vez no lo merezco."

-Fragmento en el spoiler-