Kevin Feige afirma que antes de hacer una nueva película de Marvel visiona el Superman de Richard Donner como ejemplo y fuente de inspiración. Pues bien, aquí sé que voy a diferir mucho de muchos espectadores y por supuesto de Kevin Feige. ¿Por? A la tercera fue la vencida pero a duras penas. En mi primer y segundo visionado caí irremediablemente dormido y en el tercer intento me arrepentí de no dormirme.
He leído gente que la compara con las cintas de Nolan por ser algo más que una película de superhéroes. Pues bien, si eso fuera así los hermanos Russo no son Christopher Nolan. La clase del segundo no la huelen ni por asomo los dos hermanos.
Su guión, más que complicado, es más propio de un thriller que otra cosa. Y eso no es un problema de per se, pero no da lo que se promete. Hay acción, de hecho hay tanta acción como clichés y la sensación de algo ya visto con anterioridad.
Jackson es lo de mejor que tiene la película y Evans es, de lejos, de lo peor de la cinta.

¿Y el villano? ¿Es villano? ¿Es memorable?
Respondo a lo último: es tan memorable como la película (nada).

La película es apta para seguidores de Marvel, del cine basu... palomitero sin criterio y sobretodo para completistas (para no dejar huecos en el conjunto de películas Marvel).

Por cierto, si lo del villano es de chiste (da título a una película y casi no hace presencia, ni se merece la atención del espectador como si lo hace un Loki, un Bane, un Joker o un Pingüino), lo de Redford es inexplicable. Y la banda sonora a la altura de la película.

Lo mejor, la persecución a Fury.