Un suceso extraño y preocupante ataca vorazmente los cinco sentidos de la humanidad conduciéndolos a un sueño ligero de dos minutos de duración. El pulso del espectador se dispara viendo el enorme estropicio que casusa la minisiesta mundial y esperando que algo extraordinario y original suceda y le arranque el corazón de un susto. Los personajes se despiertan y comprueban con caras de resaca y con los labios cortados por el golpe contra el alquitrán del asfalto la magnitud del desastre (¿plagio del episodio piloto de perdidos tal vez?) y se empiezan a ver autobuses en el agua, coches en llamas, helicopteros estrellados contra las cristaleras de una habitación en la que dos amantes se dan al placer de sus cuerpos , chillonas que buscan a sus retoños, etc... Los minutos pasan y el espectador se siente cada vez más impaciente por las respuestas inexpugnables que no llegarán. Cuando el reloj del salón da las diez y media, el espectador comprueba con cierto desasosiego que el desarrollo de la trama se ha convertido en una telenovela mexicana de amoríos a lo Borja oswaldos que bueno verte mi amorrr, en la que una atractiva doctora se siente culpable ya que en en unos meses su ardiente y palpitante vagina sentirá el suave tacto de un pene que no pertenece a su marido. El espectador se pregunta quién es ese hombre y en el final del capítulo la siniestra niña, cuya premonición nos dejará helados dentro de 800 capítulos, dice que se acabarán los días buenos. Así es como el espectador se acaba dando cuenta que la línea argumental está muy poco definida, al igual que los personajes, precupada más por las tramas secundarias que por la principal (que ganas tengo de que la doctora de la palpitante vagina se tire de una vez al maromo) , los capítulos no tienen una continuidad definida, los personajes van de un lado para otro, sin saber donde exactamente, la guapa doctora cada vez más dolida con su marido pero a la vez más caliente, la hija del barbas que no se sabe si está viva, muerta o chupándosela a Macggiver en una misión suicida y tramas que se abren y se abren pero no continuan y mucho menos se cierran. En conclusión una buena idea pero una cagada en el desarrollo.

En fin siempre nos quedará perdidos. J.J Abrams no cambies nunca.