“Syriana” es una de los mejores thriller políticos que se han hecho en muchos años. Pero tiene un gran problema, no es populista, requiere un mínimo de cultura y de formación para poder entenderla y eso se paga ante la masa.

El universo de “Syriana” es fascinante y a pesar de que no todas las historias están igual de bien desarrolladas, se merece un notable alto por su forma de acercarse al sistema-mundo sin emotivismos baratos ni condenas morales.

Porque a pesar de ser una fuerte crítica a los Estados Unidos, no la hace desde parámetros éticos, sino realistas, que es lo necesario cuando se hablan de escalas de interacción que sobrepasa lo estrictamente personal.

Fantástica la actuación de Clooney, en ese micromundo del espía, el oficio más solitario del mundo y también el menos agradecido. Todo ello gracias a uno de los guiones originales más inteligentes de lo que llevamos de década. Esto sí es saber trenzar historias, y no “Crash”, pero a los de la Academia no les da el cerebro para más.

Otra película que pondría Balbín en su Clave, desgraciadamente ahora la gente sólo ve mira quien baila. Progreso lo llaman.

Si te gusta la alta política, esta es tú película. Eso sí, si no sabes diferenciar el farsi del árabe, ni donde está Kazajsthan y piensas que Hezbollah es un zumo tropical ponte a ver “Los Simpson”.

Y por último un recuerdo a su director. Quiero recalcar que necesitamos en el espectro cinematográfico actual a un director que se ocupe con seriedad de los temas de política internacional sin ponernos las caras de los negritos sufriendo como reclamo, tal y como hace Meirelles. Espero y deseo que Stephen Gaghan siga por aquí.