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vircenguetorix rating:
5
Drama. Romance Sophie loved Edmund, but he left town when her parents forced her to marry wealthy Octavius. Years later, Edmund returns with his son, William. Sophie's daughter, Marguerite, and William fall in love. Marguerite's sister, Marianne, also loves William. Timothy, a lowly carpenter, secretly loves Marianne. He kills a man in a fight, and Edmund helps him flee to New Zealand. William deserts inadvertently from the navy, and also flees in ... [+]
Language of the review:
  • es
February 20, 2008
15 of 24 users found this review helpful
Desgraciadamente muchos aficionados al cine suelen abusar de algunas frases tan socorridas como “ha envejecido mal” para explicar su desconexión con el cine clásico. En realidad suelen ser ellos los que no han evolucionado bien, porque lo han hecho sin el bagaje histórico, a ritmo de modernidad y son víctimas de las modas del presente.

Claro que existen otras ocasiones en que ese tópico sí es cierto. Y para demostrarlo traigo a colación “La calle del delfín verde”, película del año 1947, que se ha quedado más rancia que las galletas que guarda la abuela en la caja del armario más alto de la cocina.

La cinta, que pretende aunar lo romántico y la aventura, se queda casi en una película religiosa del franquismo. La historia parece sacada de un libro de vida de santos. Estas cosas pasan cuando se adapta una novela de una mujer como Elizabeth Goudge, una de esas señoritas pudientes que cuando se aburrían escribían una novelita pensando que eran artistas.

Si el guión es pésimo y más caduco que la leche en bolsa, otros dos elementos la merman aún más: La desastrosa dirección de Victor Saville, un director británico de tercera fila, que sólo destacó como productor.

También la falta de un actor principal de postín que pueda dar réplica a las dos actrices protagonistas, Lana Turner y Donna Reed hacen que la trama sea poco creíble. Se debieron quedar sin presupuesto porque Richard Hart es uno de los peores actores de esa década que recuerdo. Así le fue.

Lo más destacable es sobre todo la fotografía en blanco y negro de un maestro como Folsey (“María Antonieta”, “Todos los hermanos eran valientes”, “Siete novias para siete hermanos”) y el efectivo montaje que hace que se pueda soportar las casi dos horas y media de metraje y curiosamente los efectos especiales –se llevó el Oscar en esta categoría- que aunque escasos, cuando aparecen, como en el caso del terremoto, llaman poderosamente la atención.

Nota: 4,7.

PD: La historia de la sublevación de los maoríes en Nueva Zelanda no tiene precio. Un despropósito anglosajón.
vircenguetorix
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