Realmente la gente suele pensar (la gente que piensa, quiero decir) que en las películas de suspense lo mejor que puede haber es el final, en ésta el desarrollo es tan sublime, que aunque al final cuando acompañan a el asesino (un Kevin Spacey soberbio) en el coche no hubiera pasado nada, daría igual, porque la forma de ir descubriendo las pistas está tan perfectamente ordenada, y con tanto sentido, como si fuera un rompecabezas, que ni aunque la intentes copiar plano a plano conseguirás la misma esencia (que fue curiosamente lo que le pasó a Resurrección, la cual recomiendo ver para saber de lo que hablo), y éso solo lo consiguen las grandes películas. Saludos.