Maravillosa interpretación de la Portman, que convierte algunas de las secuencias en obras de arte. Por otra parte el guión es interesante y te mantiene en vilo todo el tiempo, aunque -y aquí viene el pero- Aronofsky vuelve a gustarse demasiado adentrándose en el terreno de las paranoias que, por otra parte, tanto domina-.

Estupendo también Vincent Cassel.