Click here to copy URL
Paco Ortega rating:
8
Sci-Fi A four-million-year-old black monolith is discovered on the moon, and the government (while hiding the situation from the public) sends a team of scientists on a fact-finding mission. Eighteen months later, another team is sent to Jupiter in a ship controlled by the perfect HAL 9000 computer to further investigate the giant object--but on this trip something goes terribly wrong.
Language of the review:
  • es
December 23, 2008
68 of 82 users found this review helpful
Veo la película en Diciembre de 2008, y me entretengo en leer algunas críticas aportadas por los usuarios de Filmaffinity, algo que nunca hago antes de empezar a escribir la mía. Compruebo que esta película provoca parecidas reacciones ahora que hace treinta años, lo cual me parece, en principio, algo bueno.

Además, a estas alturas, casi ocho años después de traspasar la fecha que contiene el título mismo, la idea de futuro nos sigue pareciendo similar: el futuro es blanco, aséptico, limpio, y lleno de paradojas y peligros. Todo eso es una metáfora, una metáfora tan inexacta como audaz, porque el futuro en el que estamos sumidos –es decir, nuestro presente y todos los presentes-, es sucio, de muchos colores, injusto, cruel y, eso sí, lleno de paradojas y peligros.

Hemos visto en la pantalla a lo largo de las últimas tres décadas muchas películas sobre el futuro y muchas naves espaciales. Pero la belleza serena de éstas que aquí aparecen, en escenas lentas y larguísimas, no la hemos vuelto a degustar jamás. Tal vez hemos visto efectos especiales mejor hechos, pero ninguno en los que las imágenes empasten tan bien con las músicas elegidas, con ese vals o esas músicas de Ligeti y de Strauss, que cada vez que las oímos en cualquier parte nos remiten precisamente a algunos momentos de esta película.

Nunca una lentitud cinematográfica fue tan deliberada y tan irritantemente hermosa.

Como no me gusta descifrar misterios, no intentaré a hacerlo ahora. Los laberintos me parecen más bellos cuando no encuentro la salida, los acertijos dejan de interesarme cuando los acierto... Aquí me sigo quedando con la desolada belleza del espacio, con el turbador descubrimiento de los primates, con ese primer crimen, consecuencia de la inteligencia desarrollada, con esa bella metáfora sobre el nacimiento de la aeronáutica… Pero me quedo, sobre todo, con la estremecedora voz de Hal cuando comienza a notar los síntomas de su propia muerte. Me quedo también con esa canción que susurra esa máquina tan perfecta que, contra todo pronóstico, hasta tiene sentimientos y pasiones, como el amor propio y el orgullo, y eso le convierte también en peligroso para los "demás" seres humanos.

"2001: una odisea en el espacio" tiene algo, algo indefinible, algo grandioso, algo enigmático. Es hermética hasta la exasperación y, al mismo tiempo, es sencilla y transparente. Mi hijo, por ejemplo, la ha asimilado como una película de aventuras. A mí me sigue dejando un regusto a epopeya, a poesía de muchos quilates. Encierra secretos, intuiciones, muchas claves y pocas certezas. Por tanto, se nos presenta abierta, polisémica, inquietante, turbadora. Por todo eso, no envejecerá nunca.
Paco Ortega
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow