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TPA rating:
8
6.7
6,066
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- es
May 4, 2012
3 of 4 users found this review helpful
Hace ya algún tiempo que nos llega desde Asia un fuerte olor a sangre y sudor que invade progresivamente nuestras salas de cine, y aunque parece que aún no se ha manifestado con toda su magnificencia, da la sensación que lo puede hacer en cualquier momento. No hablo de terror a la japonesa ni de coreografías bollywoodienses, unos demasiado explotados y los otros demasiado poco. Hablo del cine negro surcoreano, tan negro y tan violento. Efectivamente, poco a poco traspasan el filtro intercontinental más obras de género provenientes de Seúl y cercanías que, como la pirotecnia china, fascinan por su explosividad. Si el año pasado se proyectaba en algunas salas Encontré al diablo, de Kim Ji-woon, manchando de hemoglobina hasta al más insensible y dejando sin respiración al más hiperventilado, este año llega a nuestros cines la enorme The Yellow Sea, una película que fríe los nervios del público con su sentido de la acción y su intensidad, incesantes hasta el último minuto de metraje, y que prueba de forma irrefutable la posición de Corea del Sur como una de las grandes potencias cinematográficas.
La historia empieza en una zona muerta, fronteriza entre Corea, China y Russia, en la que la tendencia migratoria es el pan de cada día. Los desplazamientos masivos hacia grandes ciudades chinas o coreanas acarrean indefectiblemente la generación de mafias locales, expertas explotadoras del fenómeno social. El protagonista, un taxista que malvive acosado por las deudas y la desazón en la interminable espera de noticias de su mujer, emigrada a Seúl, es contratado para asesinar a alguien a cambio de la posibilidad de cruzar la frontera y verse con ella… Si el planteamiento nos podría remitir a Scorsese, Mann o De Palma, su factura se encarga de desmarcarse de todos ellos revelándose con una voz propia portentosa, tan grave como rejuvenecedora de un género demasiado enclaustrado en nombres veteranos. Na Hong-jin, guionista y director, se crece en todo e insufla al film una fuerza y nervio insólitos que conforman en la obra dos facetas cuidadosamente construidas; la de un potentísimo producto de entretenimiento, y la de un arrebatador retrato social. Y es que la obra se destapa enseguida como una obra compacta, sólida tanto en los aspectos artísticos como técnicos y sobresaliente en su conjunción.
(Sigue en spoiler SIN SPOILER)
La historia empieza en una zona muerta, fronteriza entre Corea, China y Russia, en la que la tendencia migratoria es el pan de cada día. Los desplazamientos masivos hacia grandes ciudades chinas o coreanas acarrean indefectiblemente la generación de mafias locales, expertas explotadoras del fenómeno social. El protagonista, un taxista que malvive acosado por las deudas y la desazón en la interminable espera de noticias de su mujer, emigrada a Seúl, es contratado para asesinar a alguien a cambio de la posibilidad de cruzar la frontera y verse con ella… Si el planteamiento nos podría remitir a Scorsese, Mann o De Palma, su factura se encarga de desmarcarse de todos ellos revelándose con una voz propia portentosa, tan grave como rejuvenecedora de un género demasiado enclaustrado en nombres veteranos. Na Hong-jin, guionista y director, se crece en todo e insufla al film una fuerza y nervio insólitos que conforman en la obra dos facetas cuidadosamente construidas; la de un potentísimo producto de entretenimiento, y la de un arrebatador retrato social. Y es que la obra se destapa enseguida como una obra compacta, sólida tanto en los aspectos artísticos como técnicos y sobresaliente en su conjunción.
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Spoiler:
The Yellow Sea es, en definitiva, una película brutal y delicada que cerca la consideración de obra maestra y que invoca a Na Hong-jin a ser uno de los más destacados realizadores de la actualidad.
Lo mejor: uno se lo pasa bomba en el cine, nunca mejor dicho.
Lo peor: diminutas, casi insignificantes, rendijas en el guión.
[Tupeli.es]
Lo mejor: uno se lo pasa bomba en el cine, nunca mejor dicho.
Lo peor: diminutas, casi insignificantes, rendijas en el guión.
[Tupeli.es]