Con un regusto enimentemente norteamericano en su puesta en escena, en su desarollo y la planificación de personajes (guapos, ricos, inteligentes, mentirosos, envidiosos, ambiciosos...), "The good wife" engancha en todos y cada uno de sus episodios, en una trama que por momentos raya en el límite de lo increíble, pero se salva gracias a esos dobles mensajes que inteligentemente se agradecen en sus seis temporadas. A todo ello hay que sumar, una vez más, sus grandes interpretaciones. Igual le sobra esa historia de amor que se alarga en varias temporadas, quizá se agradecería un poco más de credibilidad en sus historias, pero aún así en una más que notable serie, además de verdaderamente entretenida. Así, sí. Ahora, nos creemos que todos sean elegantes, guapos e inteligentes.