No voy a comentar la enésima afrenta a la inteligencia humana en forma de título traducido con la parte menos noble de la anatomía. Prefiero hablar del trasfondo social que, aparte de la comedia romántica de turno, se pretende transmitir. Por cierto, la química de los protagonistas ni con conservantes ni con colorantes funciona, dicho sea de paso. Pues bien, la temática social, ejemplificada en una empresa a punto de desaparecer, es de juzgado de guardia. Vale que es una comedia, pero no es un cuento de Anderssen. Este final, que en un momento dado parece dar un giro relativamente realista, es de ciencia-ficción, tomando la economía como una ciencia, que no creo que sea el caso.
En la realidad, la empresa hubiera subsistido un tiempo, y luego la hubieran cerrado de todas todas. Como anécdota, la conversación del sindicalista: "no aceptaré menos de dos semanas de sueldo por año". Eso es un aviso a navegantes, así que vayan preparándose por estos lares a negociaciones tan "duras" como esta...
En resumen, argumento viejo en cartel nuevo, pero poco más, y los protagonistas no ayudan a remontar el vuelo, más bien lo contrario.