Un mastuerzo del espacio, mostrando una dramática escasez de pericia, estrella su nave en un extraño planeta donde una inverosímil clase dominante emplea la ignorancia y otros clichés para someter a la población.
El protagonista se pasa la hora y media sonriendo, los efectos son de traca y poco hay en esta peli que no se haya visto, en muchos casos, con bastante más calidad.
Por lo demás, cuesta meterse en el pellejo de los personajes y entender el porqué de la situación. Personalmente, no termino de coger el rollo ruso y cuando los subtítulos empezaron a fallar en la última media hora, me dio igual. Además, parece que la trama se cierra en la segunda parte, la cual no veré salvo amenaza extrema.
Hay gente a la que le gustaron Guardianes del Día y Guardianes de la noche. Quizá a esa gente le entretenga este festival de clichés con tendencia al combate dadá y a las actitudes chulescas. La historia de amor, si es que se le puede llamar así, es por completo superflua e incomprensible.
En fin, que no os la recomiendo. Emplead la hora y media que dura en aprender a pintar paisajes en acuarela, o estudiad un idioma, probablemente os dará más satisfacciones que esta película.