Dentro de la obra de Merino resulta bastante más aceptable que la muy mediocre "El erotismo y la informática". Se trata no obstante de una modesta película de aventuras que precisamente por esa modestia acaba resultando simpática ante el espectador. La película fue producida con los medios justos ni más ni menos y cuenta con un reparto que no está mal al incluir a dos actores tan magníficos como Sancho Gracia y Manuel Zarzo. La mayor parte de las películas de Merino fueron comedias y tal vez por ello esta película relativamente insólita en su filmografía está tratada con un cierto sentido del humor que no resulta impropio precisamente en determinadas manifestaciones del género de aventuras. Sancho Gracia se mueve con eficacia en un personaje que tiene puntos de contacto con otros de los que interpretó en su carrera y Manuel Zarzo muestra esa profesionalidad sólida que le convirtió en un actor adecuado para todo tipo de empeños. En papeles secundarios hallamos a Paloma Cela que por las declaraciones que hacía se notaba que era una buena persona y a Helga Liné que en esta década aceptaba los proyectos sin meditar mucho sobre ellos y de ahí que su filmografía resulte tan amplia como heterogénea. La canción que acompaña a los títulos de crédito no suena nada mal y la película sin ser gran cosa resulta apta para pasar el rato y guarda una cierta dignidad en los aspectos más elementales.