Una película modesta en cuanto a condiciones de producción y que no carece de detalles pueriles dentro de su trama policíaca. Los personajes secundarios tienen poca importancia en el desarrollo de la historia y son los tres protagonistas los que van perfilando con sus actos el sentido final de la obra. Hay convencionalismos pero se palpa una buena intención por parte del director y tanto eso como la ya mentada modestia general del film despiertan simpatía en el espectador que tiene la sensación de haber quedado enganchado durante un rato ante un film policíaco o que por lo menos se ha intentado con la mejor intención. Hay que destacar la banda sonora de Martinez Tudó que matiza brillantemente las diversas situaciones de esta obra pesimista. Arturo Fernández hace una insolita creación y de manera más o menos brillante. También quedan bien Marisa de Leza y Luis Dávila al encarnar a los otros personajes principales. El argumento no está del todo mal planificado y el resultado final es muy aceptable.