Black Sails es una serie palomitera de esas que te dan espectáculo capítulo tras capítulo. La primera temporada es entretenida, tiene momentos brillantes y otros más apagados que parecen no llevar a ningún lado pero pese a todo sigue siendo el mejor producto sobre lobos de mar que existe en la actualidad. Aquí nos encontramos con piratas que dan verdadero miedo y aunque nos encariñemos de algunos personajes por su lado humano, no nos fiaremos de ninguno (ni hombres ni mujeres).

Cuenta con un muy buen reparto y con una de las mejores intros que he visto en una serie. Ojito a la música que suena de fondo que es posiblemente la mejor música pirata que he escuchado nunca.

La segunda temporada es otro rollo. Brutal de principio a fin, con un presupuesto mucho mayor, un guión más interesante y una evolución de los personajes increíble. La segunda temporada si es el "Game of Thrones de piratas" que nos prometieron.

Mención especial a los capítulos 9 y 10 (sobre todo el último) de la segunda temporada que rozan la perfección por guión, interpretación, efectos especiales y banda sonora.

Si te apetece ver piratas sanguinarios, batallas navales, abordajes, traiciones y luchas a espada de la mano de los famosos Flint, Vane y Silver de la Isla del Tesoro no te la puedes perder por nada del mundo.