Dos guionistas, un protagonista y un director perseguidos por la Caza de brujas unieron sus magníficos talentos para rodar una modesta película de cine negro que se ve con incomodidad por culpa de un desarrollo muy poco creíble. Que un chorizo de tres al cuarto, en permanente estado de taquicardia, decida raptar a una familia entera durante un par de días solo porque sospecha que le puede seguir la Policía no es nada creíble. Que esta familia siga haciendo su vida normal, incluyendo ir al trabajo, con el delincuente en casa ya entra en el terreno de la ciencia ficción.
Y eso es lo único dudoso de esta buena película pero, claro, el argumento siempre es lo más importante. O debe serlo. Tampoco en los papeles hay novedades. Garfield vuelve a ser el chico peligroso y Winters, como en la obra maestra 'Un lugar en el sol', insiste en su papel de joven más bien tonta y enamoradiza. ¿Qué película se rodó primero?