El cine de terror lleva una racha en la que se encuentra bastante estancado. Por ello, los veteranos directores del género parecen querer intentar recuperar la esencia de las antiguas (y verdaderas) películas de terror, antes que inventar algo nuevo. ¡"Pero si todo está inventado ya"!, dirán algunos.
Al ver los créditos y comprobar que el encargado de la susodicha es Wes Craven, uno no puede evitar preguntarse qué ha sido del Craven de "La última casa a la izquierda", "Las colinas tienen ojos" o "Pesadilla en Elm Street".

"La maldición" vuelve a repetir esquemas de grabación o de situaciones vistos, por ejemplo, en "Un hombre lobo americano en Londres" y su secuela, o "Mi madre es una mujer lobo".
Pero cada vez cuesta mas trabajo saber si estás viendo la verdadera peli, o es la nueva entrega de "Scary movie".

Quizá algún año de éstos nos sorprenda cambiando de registro, y nos deleite con un drama romántico para pegarnos la hartada de llorar. Eso sí, que sea amargamente. Porque si hay algún motivo para llorar con éste producto, es para hacerlo de risa.