La animación es de una técnica notable, siendo el diseño de personajes su único punto oscuro: la patita fea es más que fea, asquerosa; el cerdo con obesidad mórbida parece cualquier cosa menos un cerdo; y el pez no pasa de ser una burda copia animada de Harpo Marx.
El argumento se explica en el tiempo que dura un pestañeo, y no es para nada original, teniendo además un mensaje pobre y poco edificante: sólo si eres un triunfador serás apreciado por los demás (aunque sea cierto, es poco aconsejable para niños). Trufado de momentos babosos que buscan la lágrima fácil, el guión tiene momentos de pérdida por los cerros de Úbeda, y desperdicio de personajes como el puerco espín o la zorrita, a los que se les debería haber dado mas desarrollo.
Lo mejor: cuando por fin vemos a los desastrosos extraterrestres.
Recomendable como entretenimiento para los más niños, siendo para los adultos una simple memez de digestión rápida.