Tras haberlo padecido en el doblaje de Madagascar, además de aquellos años en los que campaba a sus anchas por Tele5, un servidor creia que Alexis Valdés no seria capaz de ofenderle aún más el buen gusto. Pero me equivocaba, y mucho.

En esta presunta comedia, que no solo no me arrancó ni una sola media sonrisa sino que me puso de muy mala leche, el supuesto cómico desempolva el cine más casposo y cutre al estilo italiano o español de los primeros 80 –con destapes sin venir a cuento y todo-, y no contento con el lamentable espectáculo que ya de por si podría ofecer con el tan paupérrimo talento que posee, el minúsculo argumento cuyo guión ni se escribió, y las horrendas interpretaciones secundarias, que aún le da una vuelta de tuerca al mal gusto, y se pasa la peli como total prima donna en DOS papeles a la vez.

En uno, hiriente de por si, da vida a un muchacho medio tonto. Este apenas le costó, porque no necesitaba interpretar. Para el otro se pone una calva de goma, un bigote estilo franquista, unas gafas, y con la evidente y patética imitación de la voz y los gestos de José Luis López Vázquez ya tiene al personaje. Pero si esto no fuese suficientemente vergonzante, aún lo empeora el enano negro coprotagonista, con toda la retahila de viejos chistes de enanos y negros compactados en un mismo pack.

Mala de cojones, es todo un atentado al sentido del humor. Tan recomendable como regalar una lavativa el dia de la madre.