Ciencia ficción italiana, que la hay, y encima, sesentera. Unos marcianos gaseosos se apoderan de las estaciones espaciales en las celebraciones de año nuevo. Entre coreografías espaciales de los miembros de las estaciones, que las dan por televisión, llegan esos gases y pierden la comunicación. Así que deben ir a investigar, descubriendo a los tripulantes zombificados.

En la linea del cómic de SciFi inglés llamado Dan Dare, el filme nos muestra el concepto de exploración espacial que se tenia entonces, con unas naves que pretenden ser mas realistas que las de Flash Gordon. Obviando unos efectos especiales discretos, con unos paseos espaciales colgados de un cable del techo y balanceándose, donde la película es mas floja es en su confuso guión, con una buena idea propia de una historia de comic pero con situaciones inverosímiles como son esas celebraciones de año nuevo bailando como el ballet de Don Lurio o como descubren que hacen con los humanos: levantan la tapa de un sumidero para tirar restos de comida y allí encuentran los cadáveres. Pero tiene algunas situaciones interesantes y unos medios considerables, aunque las mujeres son tan solo floreros, otro fallo quizás propio de la época.

Curioso filme, para seguidores de la scifi obsoleta de los 60, como Planeta Prohibido. Tiene su punto.