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Spain Spain · Granada
Yanpol64 rating:
4
Sci-Fi. Drama In Metropolis, society is divided in two classes: the rich, who have all the power and all kinds of luxuries and the workers, doomed to work and confined to live in poor conditions. One day, Freder (Alfred Abel), the son of the powerful Joh Fredersen (Gustav Frohlich), the man who is in charge of the whole city, after falling in love with Maria (Brigitte Helm), discovers the hard conditions in which the workers live and warns his father about a possible rebellion. [+]
Language of the review:
  • es
March 14, 2015
132 of 187 users found this review helpful
Admiro a Fritz Lang y me gustan muchísimo varias de sus películas, como M, el vampiro de Düsseldorf (magnífica, se mire por donde se mire) de su etapa alemana, y sobre todo las de su etapa estadounidense, algunas tan sobresalientes como Los sobornados, Deseos humanos… y tan notables como Furia, La mujer del cuadro, Perversidad, Más allá de la duda, Mientras Nueva York duerme, o Los contrabandistas de Moonfleet (una de aventuras y espadachines sin mayores pretensiones)… así que no tengo prejuicios con las películas de ese director y, en caso de tenerlos, serían positivos…

Pero Metrópolis, revisada en las mejores condiciones de una sala de cine y en su versión íntegra restaurada, al margen de su innegable valor, a pesar de su indiscutible influencia, al margen de su belleza visual o de la excelente dirección cinematográfica… tiene demasiados aspectos absurdos, ridículos, pueriles, inconsistentes, rancios, histriónicos… y lo que es peor, reaccionarios e incluso medio nazis. Hay momentos en los que el sectarismo ideológico alcanza niveles muy tendenciosos, con un tufo antidemocrático baboso, machista, religioso y facha, realmente reaccionario:

- Hasta la música muestra rasgos de sectarismo tendencioso cuando imita acordes –distorsionados- de La Marsellesa asociados siempre a la malévola locura de la clase obrera sublevada y desenfrenada.

- La ciencia se nos presenta como “torre de babel” de la soberbia humana, que sólo sirve para crear una tecnología esclavizante, o que es el fruto maligno de un científico desquiciado como Rotwang ¡que opera bajo un símbolo en forma de estrella sospechosamente similar a la davídica judía! ¡Toma ya, con su toque de judeofobia como aliño imprescindible!

- Por el contrario, la religión, concretamente la cristiana en su versión más oscurantista –con nuevas promesas mesiánicas y plagada de amenazas apocalípticas de estilo medieval- se nos muestra como la espiritualidad más luminosa y positiva de ese mundo clasista, y como la ideología más adecuada y certera en sus diagnósticos y previsiones, siendo el mensaje de la santa María –el personaje más benéfico de la historia- el que sirve como opiáceo para neutralizar la legítima rebelión de una clase obrera oprimida a niveles bestiales. Tiene mucho sentido que entre maquetas futuristas lo que realmente tiene el protagonismo soterrado son los viejos mitos bíblicos, los clérigos en sus púlpitos, las advertencias apocalípticas, las estatuas de los “pecados capitales” en portadas medievales abocinadas, la Muerte con su guadaña y hasta la entrañable fotografía de las pilas del agua bendita…

- La lucha obrera contra amos y patrones, ya sea en su vertiente mecanoclasta, sindical o socialista revolucionaria, y a pesar de vivir en condiciones infrahumanas y subterráneas, es el error nefasto de una clase proletaria que llevará a todo el mundo –incluidos sus propios hijos- a la destrucción; pues la verdadera solución a los problemas sociales está en la espiritualidad irracional de una virginal profetisa cristiana y de un joven aristócrata caritativo.

- Las mujeres del “futuro” siglo XXI no trabajan fuera de su casa, pero sí se las ve emperifolladas con moda rococó de “mariantonietas” o asistiendo a la misa de clérigos apocalípticos en una catedral gótica; mientras que las féminas liberadas que opten por el hedonismo placentero, por la diversión nocturna, por la provocación erótica… son la peor expresión de la corrupta “Babilonia”, sí, la perdición de los hombres, la decadencia de la civilización. (Sigo enrollándome en la "segunda parte")...
Yanpol64
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