Interesante thriller europeo de bajo coste, quizás fruto de la crisis actual, o podría ser por otra circunstancia mas de tipo artístico. Sin embargo, la actuación de fuerza y empaque de Tom Hardy se merecen nuestra visión detallada. Quizás en un futuro se recuerde, si llega al olimpo celuloide, como una de esas interpretaciones fulgurantes y semi desconocidas del inicio de su carrera.
Además, la cinta y la historia está repleta de simbolismo y señales que la convierten en una metáfora vital de lo más disfrutable. Desde el retrovisor como espejo al pasado, hasta el tráfico "alternativo", los cimientos de la construcción, las llamadas "en espera", el proceso de "constipado" del protagonista, etc.
Todo esto hacen que la historia y la película merezcan la pena sin dudarlo. No es un sinsentido la buena crítica y el pequeño fruto de galardones que ha obtenido desde su creación. Sugestivo descubrimiento. En espera del nuevo Mad Max.