Charles Laughton en el registro de galán, parece mentira imaginarle en ese papel. Utiliza su elegancia y su educación, seduce con sinceridad, un buen hombre con principios que se ve obligado a tomar decisiones difíciles, por su bien y por el de los demás.

Interesante, aunque poco creíble. La tenacidad del jefe de policía y un par de faroles, me parece retorcer un poco el guion. Por otro lado, tiene algunas escenas aisladas muy interesantes, con algo de intriga algunas, con mucha fuerza otras. Laughton, protagonista absoluto, tiene una presencia en pantalla como pocos actores. Inolvidable abogado en Testigo de cargo, este genio solo dirigió una película en su vida y está entre las mejores del cine.
En el cine de los cincuenta, las mujeres son malas malísimas, era principalmente machista. Ha pasado mucho tiempo y han cambiado las costumbres, los tiempos, la moral, …

Los espectadores también han cambiado, de hecho, desde que se rodó esta película han pasado 80 años y los que acudieron al estreno ya no viven y los que hicieron la película tampoco. Los tiempos han cambiado, el cine también, mucho, muchísimo. Me gusta el cine clásico, esta película no está entre mis preferidas, pero resulta interesante ver trabajando a un actor de tanta categoría.