Una rareza que merece la pena ver aunque solo sea una vez en la vida. Si buscas cine independiente en google, debería aparecer una foto de esta película. Es quizás la road movie más famosa del cine americano, la primera película que rodó un jovencito Dennis Hopper, una película que habla sin tapujos de las drogas psicodélicas y que parece ser que se rodó bajo los efectos de estas y otras sustancias estupefacientes. Una leyenda que acompaña a esta extraña película que hace apología de las drogas y a la vez una crítica social sobre la intolerancia y la América profunda. Un viaje de tripi de dos perdidos que se van cruzando en su camino a curiosos personajes que han pasado a la historia del cine como iconos, de hecho el personaje interpretado por Jack Nicholson le valió la nominación a un Oscar de la academia de cine.

Peter Fonda alcanzó el estrellato con esta alocada producción de bajo presupuesto que recaudó más de ciento cincuenta veces de lo que había costado. Este si fue un personaje digno de llamarse Capitán América y no Chris Evans.
Respecto al director y coguionista Dennis Hopper es un secundario de lujo, un actor de raza con muchísimos registros y prolífico como pocos. Esta película encumbró de igual manera a los dos protagonistas y también al antes mencionado Jack Nicholson en uno de sus papeles más recordados.

La película es mala, pero la música es una genialidad. Me recordó en algún momento a Pulp Fiction, en algún diálogo en algún personaje, en alguna parte de la trama, no sabría decir. Lo que sí que pienso es que Tarantino hizo un pequeño homenaje a esta joya del cine cuando Buch conduce sin casco la chopper que le toma prestada a Zed.
Te puede no gustar demasiado, pero está entre las cien mejores películas de la historia de cine, quizas el titulo de mi crítica debería haber sido Born to be Wild .