Se oye un estruendoso aplauso. Eva Harrington recoge el galardón que reconoce su talento como actriz de teatro.
Así comienza esta grán película que cuenta la historia de cómo una chica aparentemente tímida, frágil y servicial comienza lo que finge ser su grán sueño: servir a Margo, la famosa actriz. Pero a medida que transcurre la película Eva poco a poco va abandonando su disfraz de corderita para mostrar a una loba egoísta, manipuladora, insaciable que no se detendrá ante nada ni ante nadie para lograr su suprema ambición.
A pesar de que el único Oscar que se entregó fue para un interprete masculino, el crítico Addison, el meollo de la historia son los personajes femeninos: desde Eva, que vende el alma para alcanzar su cota de gloria, hasta la vieja estrella Margo, candidata a una relativa felicidad, pasando por Karen, esposa infeliz, miss Caswell a la que Marilyn Monroe da una gracia especial o Birdie, encargada del tocador de Margo. La riqueza del alma femenina es patente.
Estos sólo son unos pocos detalles de una aficionada al buen cine puede admirar enormemente.