1928. Este año marcaría el nacimiento de uno de los personajes más populares no sólo del mundo del cine, sino de la historia del siglo XX en general: Mickey Mouse. Walt Disney venía de pasar por varios problemas por la pérdida de su licencia sobre Oswald the Lucky Rabbit y, junto a Ub Iwerks, decidió dar luz verde a un nuevo personaje, que básicamente era igual que el anterior pero con las orejas redondas en lugar de alargadas.

En su primera aparición en la pantalla, Mickey era radicalmente diferente a cómo lo hemos visto en las últimas décadas. Mickey poseía un espíritu burlón y estaba cerrado en si mismo, principalmente sólo buscaba su propio bien. Vamos, todo lo contrario de lo que a día de hoy viene a ser el famoso ratón. "Plane Crazy" nos cuenta los intentos del entrañable roedor por emular al piloto Charles Lindbergh y, paralelamente, de conseguir a toda costa un beso de la ratoncilla Minnie. Y a toda costa, implica no cortarse ni un pelo para obtener lo deseado. "Plane Crazy" no tuvo éxito pero Disney/Iwerks lo seguirían intentando ese mismo año, primero con "The Gallopin' Gaucho" y posteriormente con "Steamboat Willie", este último, el verdadero trampolín a la fama para Mickey y sus responsables.