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Black Floyd rating:
3
7.0
8,980
Mystery. Horror
This controversial British cult classic, considered by its producer upon completion to be one of the worst films ever made, has been little seen since its brief theatrical release even though it is now regarded as a classic of British cinema. Edward Woodward stars as Sergeant Howie, a police officer sent to Summerisle, a secluded island off the coast of Scotland, to investigate the disappearance of a young girl named Rowan. When he ... [+]
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- es
June 24, 2015
55 of 84 users found this review helpful
Tengo que ser completamente sincero. Desde el mismo inicio de la película, donde una avioneta surca los cielos, y muestra todo tipo de bellos paisajes y crepúsculos, y suena de fondo una canción algo "inapropiada" para un film de terror, intuí que esta experiencia podría ser lo que finalmente fue; un bochorno.
Lo primero que tengo que decir, es que cabe destacar la trama, el alma de la película, tristemente y por completo atrofiada por detalles patéticos, irrisorios, lamentables. La idea, es aterradora, y parcialmente bien ejecutada.
Desde que el hidroavión se posa suavemente en la costa de la isla de Summerisle (Isla de estío), y habiendo superado momentáneamente el mal trago de la canción inicial, la cosa parecía volverse interesante.
Un policía, de nombre Howie, riguroso Cristiano y moralista, llega a la isla, previa lectura de una carta solicitando ayuda, en busca de Rowan Morrison, una niña desaparecida. La trama policial, la isla, los lugareños, extraños, bizarros, que reciben al visitante, recordaban un poco a Innsmouth; ese pueblo marítimo, plagado de misteriosos y aterradores habitantes salido de la perturbada y genial mente de Lovecraft. Pero las similitudes acaban aquí. Voy a tratar de destacar los aspectos positivos de la película, en primer lugar.
La fotografía, a cargo de Harry Waxman, es más que aceptable. Los cielos despejados, la marea, rompiendo con estrépito contra las rocas negras, los prados y suaves pendientes cubiertas de fino y limpio césped, son muy buenas. Otra aspecto bueno, son ciertas imágenes que de no ser por un escollo que diré más adelante, podrían haber sido aterradoras. Los habitantes y las máscaras de animales (algo hay con las máscaras de animales; si bien me son, los animales, infinitamente más queridos que los seres humanos, hay algo monstruoso en una figura humana con un rostro animal...algo temible, espantoso), las danzas alrededor del fuego, los objetos colgados en árboles, recuerdan, en cierta forma, a los escritos de Arthur Machen, con sus ritos paganos, en bosques impenetrables. También la idea de un pueblo, reducido en su mentalidad, a un solo ser, que los gobierna y a quién obedecen más allá de sus posibles propios pensamientos y sentimientos, también es algo inquietante. El otro punto positivo, es la actuación de Christopher Lee, quién se destaca por encima del resto, claramente. Donde sus movimientos faciales demuestran calidad actoral, en los demás, se nota una exagerada afectación, una cierta rigidez en sus expresiones.Hasta aquí lo bueno, lo rescatable.
Sigo en el spoiler, con lo negativo y desvelando el argumento y final de la película.
Lo primero que tengo que decir, es que cabe destacar la trama, el alma de la película, tristemente y por completo atrofiada por detalles patéticos, irrisorios, lamentables. La idea, es aterradora, y parcialmente bien ejecutada.
Desde que el hidroavión se posa suavemente en la costa de la isla de Summerisle (Isla de estío), y habiendo superado momentáneamente el mal trago de la canción inicial, la cosa parecía volverse interesante.
Un policía, de nombre Howie, riguroso Cristiano y moralista, llega a la isla, previa lectura de una carta solicitando ayuda, en busca de Rowan Morrison, una niña desaparecida. La trama policial, la isla, los lugareños, extraños, bizarros, que reciben al visitante, recordaban un poco a Innsmouth; ese pueblo marítimo, plagado de misteriosos y aterradores habitantes salido de la perturbada y genial mente de Lovecraft. Pero las similitudes acaban aquí. Voy a tratar de destacar los aspectos positivos de la película, en primer lugar.
La fotografía, a cargo de Harry Waxman, es más que aceptable. Los cielos despejados, la marea, rompiendo con estrépito contra las rocas negras, los prados y suaves pendientes cubiertas de fino y limpio césped, son muy buenas. Otra aspecto bueno, son ciertas imágenes que de no ser por un escollo que diré más adelante, podrían haber sido aterradoras. Los habitantes y las máscaras de animales (algo hay con las máscaras de animales; si bien me son, los animales, infinitamente más queridos que los seres humanos, hay algo monstruoso en una figura humana con un rostro animal...algo temible, espantoso), las danzas alrededor del fuego, los objetos colgados en árboles, recuerdan, en cierta forma, a los escritos de Arthur Machen, con sus ritos paganos, en bosques impenetrables. También la idea de un pueblo, reducido en su mentalidad, a un solo ser, que los gobierna y a quién obedecen más allá de sus posibles propios pensamientos y sentimientos, también es algo inquietante. El otro punto positivo, es la actuación de Christopher Lee, quién se destaca por encima del resto, claramente. Donde sus movimientos faciales demuestran calidad actoral, en los demás, se nota una exagerada afectación, una cierta rigidez en sus expresiones.Hasta aquí lo bueno, lo rescatable.
Sigo en el spoiler, con lo negativo y desvelando el argumento y final de la película.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Tristemente, un cuadro tal como yo lo pude percibir y aceptar, tiene una fuerte contracara. A saber (de mayor a menor, en cuánto a la mala influencia sobre el resultado final):
1) La música: En los momentos donde se podrían haber explotado ciertas escenas de verdadero terror, la música, es absoluta y totalmente incoherente. Algo setentosa, de estilo entre el country y el rock, las melodías arruinan fatalmente las mejores escenas. Lo más ridículo, es el momento donde Howie encuentra a Rowan y la lleva por una suerte de túnel cavado en la montaña aledaña al mar. Un graciosa, patética música, acompaña toda la escena, destrozando del todo la posible sensación de horror, ante el inminente sacrifico de la niña (sobretodo teniendo en cuenta el engaño final, al cual es sometido el policía, ya que Rowan Morrison, era parte de un complot del pueblo entero, con el fin de atraer a un forastero y poder así realizar el sacrificio humano a sus Dioses paganos). Otras partes igualmente arruinadas por la ineptitud del director y el encargado de la musicalización, son las que Howie descubre en una cuna, un muñeco; en un armario, una niña, que al abrirse el mueble, se cae al piso, aparentemente muerta, con un rastro de sangre el los labios, y que el policía, al descubrirle el rostro, corriéndole el pelo, muestra una cara rígida, pero que luego, se dibuja una sonrisa de burla de la niña. Estas escenas mencionadas, habiendo sido acompañadas con una correcta iluminación y sobre todo, una apropiada musicalización, habrían sido realmente escalofriantes.
2) Las actuaciones: Son, quitando a Christopher Lee, casi ridículas. Sobreactuadas, nerviosas, poco convincentes. Las expresiones, son tensas, acartonadas.
3) Las partes musicales: Como si de un musical se tratara, y no de un film de horror, puro y tradicional, la película está plagada de absurdas canciones cantadas por los bizarros habitantes, lo que le quita toda posible compenetración, y merma la ambientación requerida en un film de horror.
El final, es de lo mejor, dentro de este marco confuso. La imagen del ídolo de mimbre, recortado contra el cielo lívido del atardecer, es memorable; y cuando las llamas comienzan a alcanzar al ídolo, con los pobres animales encerrados en jaulas del mismo material, destinados también al sacrificio en pos de una mejor cosecha para el año siguiente, y en la cima, al infausto policía, dejan un certero sentimiento de piedad por las víctimas y repulsión por la bárbara crueldad.
En resumen, es una película totalmente arruinada; el alma del film, permanecerá en nuestra memoria, pero las fallas, son demasiado graves, y restan mucho, dejando una sensación inequívoca de algo destrozado, desnaturalizado. Habría sido, en manos de un director con más oficio para lo macabro, con un sentido más delicado y fino para el horror, una gran película, pero lamentablemente ha quedado en un buen bosquejo, espantosamente pintarrajeado por encima.
1) La música: En los momentos donde se podrían haber explotado ciertas escenas de verdadero terror, la música, es absoluta y totalmente incoherente. Algo setentosa, de estilo entre el country y el rock, las melodías arruinan fatalmente las mejores escenas. Lo más ridículo, es el momento donde Howie encuentra a Rowan y la lleva por una suerte de túnel cavado en la montaña aledaña al mar. Un graciosa, patética música, acompaña toda la escena, destrozando del todo la posible sensación de horror, ante el inminente sacrifico de la niña (sobretodo teniendo en cuenta el engaño final, al cual es sometido el policía, ya que Rowan Morrison, era parte de un complot del pueblo entero, con el fin de atraer a un forastero y poder así realizar el sacrificio humano a sus Dioses paganos). Otras partes igualmente arruinadas por la ineptitud del director y el encargado de la musicalización, son las que Howie descubre en una cuna, un muñeco; en un armario, una niña, que al abrirse el mueble, se cae al piso, aparentemente muerta, con un rastro de sangre el los labios, y que el policía, al descubrirle el rostro, corriéndole el pelo, muestra una cara rígida, pero que luego, se dibuja una sonrisa de burla de la niña. Estas escenas mencionadas, habiendo sido acompañadas con una correcta iluminación y sobre todo, una apropiada musicalización, habrían sido realmente escalofriantes.
2) Las actuaciones: Son, quitando a Christopher Lee, casi ridículas. Sobreactuadas, nerviosas, poco convincentes. Las expresiones, son tensas, acartonadas.
3) Las partes musicales: Como si de un musical se tratara, y no de un film de horror, puro y tradicional, la película está plagada de absurdas canciones cantadas por los bizarros habitantes, lo que le quita toda posible compenetración, y merma la ambientación requerida en un film de horror.
El final, es de lo mejor, dentro de este marco confuso. La imagen del ídolo de mimbre, recortado contra el cielo lívido del atardecer, es memorable; y cuando las llamas comienzan a alcanzar al ídolo, con los pobres animales encerrados en jaulas del mismo material, destinados también al sacrificio en pos de una mejor cosecha para el año siguiente, y en la cima, al infausto policía, dejan un certero sentimiento de piedad por las víctimas y repulsión por la bárbara crueldad.
En resumen, es una película totalmente arruinada; el alma del film, permanecerá en nuestra memoria, pero las fallas, son demasiado graves, y restan mucho, dejando una sensación inequívoca de algo destrozado, desnaturalizado. Habría sido, en manos de un director con más oficio para lo macabro, con un sentido más delicado y fino para el horror, una gran película, pero lamentablemente ha quedado en un buen bosquejo, espantosamente pintarrajeado por encima.