No, no, decididamente no. Esta película no puede ni debe estar entre las salvables de la Hammer. Bellos decorados, linda fotografía en color, estupendo -como siempre- Peter Cushing... y sanseacabó. El resto es purrela. Guion infumable, personajes de chichinabo y vampiros más ridículos que otra cosa. Nada de miedo, nada de clima, nada de ominosidad, nada de nada. Pero lo peor, lo que más joroba al aficionado al género, es el modo insufriblemente "fantástico" de reaccionar de la protagonista ante las incidencias y desdichas del viaje; por muy valiente e inconsciente que sea esa chica, esa profesora de ballet que viaja sola a un lugar remoto de la Transilvania, no hay manera de creerse su actitud, su comportamiento superficial, su irresponsabilidad, su ligereza continua.
¿Saben lo que hace que "Psicosis" sea la película perfecta de terror? Pues alguna vez hay que decirlo: que Marion Crane (Janet Leigh), la protagonista, es una chica normal, escrupulosamente normal, moviéndose en una situación anormal. Lo que le sucede a partir del momento en que decide robar un dinero y huir puede ser la cosa más irreal, más "fantástica" del mundo, pero el espectador se lo creerá todo y se asustará de verdad, porque ella, la chica, es verdadera, reacciona como reaccionarían la inmensa mayoría de las chicas del mundo que anhelan un poco de placer y de libertad, y por tanto representa a todas las chicas del mundo... y a todos los chicos del mundo que las amamos.