La película está bastante bien a pesar de que incide demasiado en una cosa que nadie sabe al 100%: la aparente misoginia de Bobby Fischer. Es cierto que en su mejor época dejó muy de lado su vida sentimental centrándose casi exclusivamente en el ajedrez. Pero también es cierto que en Mallorca (jugó un interzonal allí) y en otras ciudades en las que compitió en torneos, y casi no haría falta citar a "su" Nueva York, las visitas esporádicas de señoritas a la habitación de su hotel eran, so no frecuentes o diarias, sí habituales y prudentemente espaciadas.
Bien, todo esto con respecto a la vida sentimental que refleja la película pero es que, en el apartado técnico-ajedrecístico, hay muchos y lamentables fallos.
Para no hacerme pesado cirtaré solo dos:
1) Llevo 60 años jugando al ajedrez por toda la geografía esuropea i jamás, jamás, he visto jugar partdas simultáneas (el maestro contra 25 o 30 adversarios en tableros diferentes) con control de tiempo (relojes).
Y 2) En la película, cuando un Fischer adolescente compra una revista en la que hay partidas del que después será el máximo rival de su carrera, Boris Spassky, las dos primeras jugadas de la partida que estudia del ruso son: 1. h4 - h5 o si lo prefieren 1, P4TR-P4TR. Y eso sí que es una auténtica... barbaridad, por no utilizar otra palabra más altisonante. Un maestro jugando en la apertura 1. h4 (P4TR)!!! Eso no se lo cree nadie... al menos que esa partida la jugase cuando el bueno de Boris tenía 2 o 3 años... Pero esto no se dice en ningún momento de la película.
Lo dicho: Señores del cine... ¡¡¡asesórense por favor!!! ¡Que no cuesta tanto, caray! Cualquier jugador federado de cualquier categoría les puede informar al respecto. De nada. (Por si me dan las gracias... que no creo lo hagan.)