Este film te atrapa desde el minuto uno, y el tándem James Franco y Seth Rogen está muy bien, la química entre ellos es brutal. Me encanta verlos juntos en pantalla. Anteriormente compartieron cartel en Superfumados (Pineapple Express) (2008) o en la más que notable Juerga hasta el fin (2013). El actor que hace de Kim Jong-Un, el dictador de Corea del Norte, está soberbio, tiene cierta retirada, y sus secuencias son grandiosas. De las chicas mencionar a Lizzy Caplan como una guapa agente de la CIA que ayuda a los dos protagonistas y Diana Bang que trabaja para el dictador coreano. Aquí también salen algunos famosos pululando durante los primeros minutos del metraje, tales como Eminem o también Rob Lowe, por mencionar a dos, y cuyos gags me han parecidos muy buenos, la mar de hilarantes. No nos engañemos, es una comedia, pero a veces llega a unas cotas de comedia, pero repleta de un humor bastante escatológico, con secuencias bastante gore, con desmembramientos incluídos. Como he comentado más arriba, disfruto con las películas de Seth Rogen y James Franco, me lo paso bien, no os voy a mentir. La que nos ocupa es mucho más que recomendable.
Y la famosa secuencia de la muerte del dictador que ya había visto por internet hace un mes y pico, verla en pantalla grande me ha fascinado incluso más. Sabiendo que estamos antes una película de ficción. Bueno, todas lo son, si no nos dicen lo contrario, pero esta muerte me ha maravillado de lo bien elaborada y realizada que está. Es un film bastante infravalorado, que yo culpo por lo ocurrido con el hackeo, aunque también será por el poco sentido del humor de algunas personas.
En mi caso me lo pasado en grande durante las casi dos horas de película. Sí, así es. No me voy a esconder por ello. Mencionar la notable partitura de Henry Jackman y las varias canciones que se pueden escuchar en The Interview tales como Firework por Katy Perry o Wind of Change de Scorpions. Mi nota final es de 10/10.