Es increíble cómo se ha puesto la crítica de acuerdo para alabar la última creación y recreación de Almodóvar. Bueno, por supuesto, luego están los amiguetes de siempre que continuamente nos hacen saber lo bueno que es el cineasta manchego haga lo que haga. No me puedo creer que ciertos críticos hayan caído en la trampa...

Después del año de la genial Mar Adentro de Amenábar, vino una temporada muy floja para el cine español. Parece ser labor de algunos el inventar grandes películas donde no las hay para intentar salvar el año como sea.

Soy un gran admirador de Almodóvar, aunque reconozco que más de sus viejas películas. (Cuidado con lo de viejas, porque para mi gusto se conservan más jóvenes aquéllas que éstas últimas, en mi opinión más proclives al olvido).
Guardo mejor recuerdo de Hable Con Ella que de ninguna otra de la última etapa. Volví a ver Todo Sobre Mi Madre hace poco y me aburrió sobremanera. Pero quiero hacer especial mención a La Mala Educación, película engañosa e interesada donde las haya, un auténtico varapalo para los incondicionales del cineasta. Nunca olvidaré las mentirosas visitas a Galicia -con un desproporcionado título sobreimpreso en la pantalla- y a la fábrica de gigantes y cabezudos que sin duda reportaron beneficios a la producción, pero restaron enteros a la película convirtiéndola en engañoso artificio.

Y aún así, todavía algo dolido por la experiencia anterior, me acerqué a ver Volver, le di otra oportunidad al genio... Y lo pasé bien, sobre todo la primera media hora. Después, todo se vino abajo de nuevo. El lamentable playback de Penélope sobre la voz de Estrella Morente; los momentos de pretendido humor más propios de una teleserie; el cameo -como es habitual- del hermano productor Agustín Almodóvar, metido a calzador, etc.

En resumen, cutrerío que no funciona con las actuales pretensiones fílmicas del artista. Y lo peor, desidia -quizá por el peso de los años-, o quizá carencia de talento e ideas que no hacen sino sacar al que suscribe una y otra vez de la película.

Interesante sí, pero nada más.