Puedo entender que este filme sea de un agrado superior para los que disfruten (como yo) de las cintas entrañables de los ochenta, pero son demasiados los aspectos del filme que me llevan a calificarla de mediocre. Por mi parte, tras años de espera para atreverme con esta "pequeña joya ochentera", me sentí ligeramente decepcionado. Para empezar, llevo ya una vida teniendo problemas con el cine de su director. Exceptuando "The Thing" y "Halloween", no considero que ninguna de sus películas (al menos las que he visto, que no son tan pocas) merezca ningún tipo de alabo especial. Sí, son correctas, competentes en su mayoría, pero también con un regusto a "nifúnifá" en su tono que con notable frecuencia me lleva al más terrible aburrimiento (parafraseando una coletilla de nuestro crítico Carlos Boyero, que se aburre mucho en el cine). Esta cinta, cuyo argumento no dista de ser un mix adecuado para conectar con las masas de la época, y haciendo uso de elementos argumentales usados en cintas de éxito anteriores, es amable y no daña a nadie, pero no destaca. La cinta se gana un aprobado gracias a unas interpretaciones sólidas por parte del dúo protagonista que consiguen ofrecer una historia romántica medianamente entretenida.

Mención especial para... ¡unos efectos de sonido que deberían haber sido nominados en los premios Razzie! En serio, ved sólo un trozo de la peli hasta que aparezcan. Cutre, es poco. Parecen efectos de los años 60, o incluso 50. Oír para creer.

Una vez más, lo siento, Carpenter. Lo nuestro no funciona.