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antonalva rating:
7
Thriller A respected lawyer, the Counselor (Michael Fassbender), finds himself in way over his head when he agrees to a one-time dalliance into the dark world of drug trafficking in order to get his hands on quick cash so he can marry his girlfriend, Laura (Penélope Cruz). His choices get him involved with people such as a drug lord named Reiner (Javier Bardem); a womanizing middleman named Westray (Brad Pitt) and a bisexual sociopath named ... [+]
Language of the review:
  • es
December 1, 2013
65 of 94 users found this review helpful
Tras toda fachada aparente aparece un fondo que nos ofrece las dobleces y los sinsabores de la ambición, de la venganza, de la desmesura, la codicia y la lujuria. Creemos, en nuestra ingenuidad, que podemos dominar a la bestia y que sólo queremos transitar el lado oscuro una única vez, tan solo por un rato, durante un fragmento ínfimo y mínimo de nuestras vidas, como si pudiéramos someter los entresijos del mal, como si los infaustos presagios nunca fueran a cumplirse y estuviéramos vacunados contra la hecatombe de la desdicha.

Queremos ser dueño y señor de nuestro destino, queremos ser ricos, espléndidos, hermosos, arrogantes, en la cresta de la ola, inmaculados e irradiar una imagen de éxito, de fulgor y de inmortalidad. Pero somos pasto del olvido y somos débiles y maleables y la avaricia nos lleva a perder de vista que somos meras marionetas zarandeadas por un destino que nos guarda, con cartas marcadas, alguna jugada maestra que lleva al traste el mejor de los planes y el más estudiado y controlado de los ardides.

Esta es una cinta sobre añagazas, dobleces, apariencias y ambición desmedida que acaba en tragedia irremediable. El final es soberbio y lleno de una negrura moral que apenas deja sombra para la más mínima esperanza. Quizás se le pueda reprochar al guión de Cormac McCarthy que sea demasiado literario y le falte una frescura y lozanía que en ningún momento pretende, pero el conjunto es muy satisfactorio, lleno de ironías, provocación y mal fario, lleno de perversas desdichas, siempre bordeando el abismo fatal. Y la luminosa dirección de Ridley Scott le proporciona una concreción envidiable.

Y los actores siguen el juego con delectación: sobre todo destaca el protagonista, el formidable Michael Fassbender, así como los veteranos Bruno Ganz y Rubén Blades, pero sobre todos ellos fulge una suntuosa y sinuosa Cameron Diaz, en uno de los mejores papeles de su irregular carrera. Recomendable y muy disfrutable.
antonalva
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