Otra creatividad que se pasa de la raya en la traducción del título: ain’t them body saints viene a querer decir realmente algo parecido a: ¿no tienen en el fondo una pureza?. Algo así. A quien se lo ocurrió meter “En un lugar sin ley” o “Los amantes de Texas” debería dar alguna explicación al respecto.

No hay argumento más eterno para cualquier historia que se quiera contar que el siguiente: un hombre y una mujer se quieren, calcula el resto imaginando unas determinadas circunstancias en una zona rural de Texas en los años 70. Aquí asistimos al amor más apasionado y juveni en una pareja que se jura amor por encima del tiempo y que la vida, que sigue sus propios derroteros, no puede acoger. La muerte en esas circunstancias no resulta extraña, y la vida sigue su camino por donde puede hacia no se sabe dónde con una nueva relación más razonable y no menos auténtica.

La peli sigue su progresión con un tempo sin prisa pero tampoco sin pausa. Algunos aspectos de la narración resultan un tanto confusos, no hacía falta por ejemplo crear ningún misterio respecto de los matones que llegan al pueblo en busca de Bob. Pero tampoco hace falta que una peli sea perfecta para disfrutarla y los actores todos soberbios dan la calidad necesaria a lo que nos cuentan con un personajes muy logrados.

Una peli estupenda que te toca fibras que creías olvidadas. Le ponemos un notable.