El guateque de Blake Edwards, es una comedia jocosa e hilarante de principio a fin. Dirigida con un ritmo majestuoso, realiza una obra maravillosa y singular, con varios puntos inolvidables como el camarero borracho, o los múltiples gags del personaje de Peter Sellers.
El guion, escrito por el mismo director junto con Tom Waldman y Frank Waldman, es cómico y divertido, argumentado de modo agradable y ameno, con múltiples escenas para el recuerdo. Usando para ello, unos diálogos ingeniosos y graciosos, dignos de sutiles interpretaciones espontáneas, que son las que verdaderamente se adueñan del film
Las actuaciones, son carismáticas y cautivadoras en el caso de Peter Sellers y de Steve Franken en su papel de camarero borracho, destacando también al resto del elenco en su acompañamiento de los principales, de modo competente y acertado. Usando unos vestuarios y caracterizaciones estéticamente trabajados, elegantes y festivos, acordes con la acción. Y unos decorados, sugerentes y lujosos de la fiesta o guateque en cuestión.
La fotografía, está cuidada en detalles, siendo bella e insinuante, además de luminosa y llamativa. Destacando también la música adecuada, cautivadora, bella y melódica. Al igual que los movimientos de cámara de reconocimiento, estéticamente elaborados y conseguidos, dando magnificencia a lo que en la fiesta ocurre.
En conclusión, la considero una obra inolvidable y esencial dentro del género cómico, y de la filmografía de Peter Sellers. Recomendable para todos aquellos que quieran pasar un rato ameno y agradable, con buenos gags, que serán del agrado de todos. Ya sea del público que busque solo pasar un rato agradable, o del cinéfilo más exigente en su búsqueda de buen humor, y de imágenes indelebles.