Mal hacen en poner la etiqueta de película de "terror" a muchas películas. "Three... extremes" no resulta ser un filme terrorífico aunque sí desasosegante y perturbador en algunos momentos.

Divida en tres episodios comienza con "Box" de Takashi Miike. Un extraño cuento que cabalga entre lo onírico y la realidad truncada. Miike demuestra sus dotes visuales y su capacidad para crear atmósfera entre los silencios, la banda sonora y una impecable factura técnica. Le falla el trailer. ¡Desvela el final sorpresa!

Fruit Chan continua con "Dumplings", del cual existe un filme independiente aunque dudo que consiga mantener el tipo en todo el metraje. La historia solo da para un relato corto. A través del humor chabacano y soez y dosis efectistas a golpe de picadillo de carne, Fruit Chan realiza una crítica ácida de la sociedad moderna que hará lo que sea por conseguir la belleza imperecedera. Particularmente no me ha dado asco y voy a seguir visitando los restaurantes orientales, aunque cruja anormalmente el rollito de primavera.

Finaliza con "Cut" de Park Chan-Wook que aunque se repita más que los AC/DC, sigue realizando virguerías visuales que me dejan fascinado. Dejando por los suelos y como infantiles juegos sado a las maquiavélicas trampas de Jigsaw, "Cut" es un juego de prismas del meta cine apelando al tema recurrente de Park Chan-Wook, la venganza. Contiene numerosos giros de guión para que no resulte convencional y está salpicada de detalles originales bajo una rabiosa y admirable precisión fílmica.

En definitiva, tres historias opuestas e interesantes que remiten al espectador a revisar las filmografías de Takashi Miike y Park Chan-Wook para descubrir que el cine actual de "terror" oriental (o como quieran llamarlo) se encuentra a varios años luz (en talento, originalidad e innovación) del occidental o norteamericano.