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United States United States · Raccoon City
Maldito Bastardo rating:
5
Horror. Thriller. Mystery Renowned horror novelist Mike Enslin (Cusack) only believes what he can see with his own two eyes. After a string of bestsellers discrediting paranormal events in the most infamous haunted houses and graveyards around the world, he scoffs at the concept of an afterlife. Enslin's phantom-free run of long and lonely nights is about to change forever when he checks into suite 1408 of the notorious Dolphin Hotel for his latest project, "Ten ... [+]
Language of the review:
  • es
October 5, 2010
11 of 13 users found this review helpful
A veces parece que Stephen King no escribe para el lector sino para el espectador. Uno no se imagina el género sin “Misery”, “La zona muerta”, “El resplandor”, “Carrie” o “El misterio de Salem's Lot”, entre innumerables adaptaciones peor adaptadas en su medida.

La introducción es notable: «Solo creo en lo que veo» —diría Mike Enslin (John Cusack), un autor de novelas de terror encargado de desacreditar supuestos ‘fraudes’ en sitios supuestamente embrujados… Hasta que recibe una invitación especial de la habitación 1408 del Hotel Dolphin y nada volverá a ser igual.
John Cusack, como casi siempre, cumple. Los fantasmas, como casi siempre, cumplen y los traumas paterno-filiales con ráfagas de arrepentimiento y de arrebatada melancolía, como casi siempre, cumplen. ¿El aburrimiento? Aquí mata y se transforma en tortura porque King, conocedor de ser el artífice de un reino y estilo feuda-fanterror, juega con espejos psicológicos mediante la reanimación y superación de traumas pasados. Lógico punto de inflexión en todo conflicto de personaje pero es un simple fleco usado como falsa tara para revivir un interminable efectismo virtual. El mayor terror es una falsa felicidad. La irrealidad y la falsificación expanden el mayor horror interior.

También cumple esa búsqueda de la psicología frente al efectismo y lo explicito, pero acaba recurriendo a lo obvio cuando desea asustar al espectador. Finalmente lo espanta con una sobredosis de terror psicológico y a tiempo real.

Mikael Håfström, después de la cuasi-desastrosa “Sin control” se enmienda con “1408” aunque le falte y le sobre algo: obviamente algunos paralelismos con “El resplandor” enlazan directamente con Stephen King y pese a sobrarle media hora se deja ver. Los finales alternativos quedan como ese breve margen que separa la felicidad de la tragedia. Un tenso hilo de un género que dejó de ser invisible y cada vez resulta más grueso y cercano a la lana. Atronadoramente vistoso e ineficaz.
Maldito Bastardo
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