He leído algunas críticas que parece que no han prestado mucha atención al mensaje de la película, que es: ¿Simulación informática o viaje a otra realidad paralela? Y la cosa, que ya va siendo sospechada por el prota, se desvela dándole la razón al final. Él tiene la sospecha de que no es una simulación, sino de que realmente está siendo enviado a realidades paralelas cada vez que ponen en marcha la maquinita. De ahí que al final pide que le vuelvan a mandar y le apaguen, porque no tiene nada que perder al probar. Por eso, pequeñuelos, es por lo que puede hacer cosas que no admitiría ninguna simulación basada en los recuerdos de las personas allí presentes (que es de lo que protesta una crítica que le ha dado un 1), porque no es una simulación como creen los militares; es un universo paralelo. Uno distinto cada vez.

En otra crítica, el autor no ha entendido que el mensaje que manda al final a la militar, es en esa realidad alternativa. No es que desde esa realidad esté mandado un SMS a la realidad de donde procede. Tampoco es tan difícil pillarlo vamos...

En fin, tampoco entiendo el despotrique contra el "happy ending". A mí me ha gustado mucho más que de haberse quedado la cosa en una simulación, porque entonces sí que no habría tenido nada de sentido y las críticas antes mencionadas tendrían toda la razón del mundo.

¿Tanterao? Po eso.