Después de leer el resto de críticas, me he decidido a exponer la mía. No entiendo muy bien la controversia generada por una película, digamos, menor, pero que sin embargo creo que mantiene el interés de principio a fin, y eso me hace defenderla. A pesar de navegar a la estela del éxito de “Tiburón” (Steven Spielberg, 1975), es con mucho una de sus mejores replicas. Tiene algo que la hace diferente al resto de películas de animales dañinos, que en este caso la película se ve y se siente desde el lado del animal. Algunas escenas son realmente creíbles y estremecedoras, y cada primer plano del ojo de la desdichada orca nos da una idea del sufrimiento del animal. Todo ello compaginado con probablemente una de las mejores obras de Ennio Morricone, la banda sonora de esta película sencillamente es excepcional, y supera con mucho al film. Nada que decir al siempre sólido Richard Harris, ni a Charlotte Rampling, perfectos en su cometido. Y los efectos pues sin ser una cosa del otro mundo, tampoco es para vilipendiarlos, ya que recuerdo a los que critican que se usen escenas grabadas de animales reales, que “Tiburón”, con todo lo obra maestra que es, también las uso, y yo no lo veo mal si ayudan a realzar el producto final que creo que se consigue. Una película más del discreto Michael Anderson, que ni mucho menos es la peor de su filmografía. Al cine o al sofá uno va a entretenerse y olvidarse del mundo real, y esta película lo consigue. No creo que pretendiese Dino de Laurentiis ganar un Oscar.