He vuelvo a verla hoy. Me sorprenden tantas críticas negativas para una película tan interesante. Desde luego, poco importa que el Papa Francisco se haya negado a verla, y quizá mejor, porque si Aranofsky hubiera tenido que ceñirse a la historia fiel de la Bíblia sí que hubiera sido un auténtico bodrio infumable, además de bizarro. Detalle importante para los cristianos ortodoxos: Aranofsky se toma del libro apócrifo de Enoc, eliminado por la Iglesia vaya a saber por qué. Shemihazza, el ángel caído, que en la peli ayuda a Noé, dejando claro que la maldad es parte de la naturaleza humana y que no hacen falta diablos o seres malignos que la inspiren, si no voluntad humana para realizarla, algo con lo cual Noé llega a obsesionarse. Vemos, pues, a esos "ángeles caídos" como guardianes y vigilantes de la especie humana, a quién enseñaron todas las artes que conocemos. Esto está en el Libro de Enoc.
"Noé" es el epítome del cine catástrofe, ya que ¿alguien recuerda entre todos los mitos alguna catástrofe más brava que el diluvio? Pues aquí la tenemos. Pero lo que más me interesa, y quiero creer que esto era la que le interesaba al director, es la exposición del ser humano en todas sus facetas. No se trata de un héroe bíblico, si no de un hombre que ante su fe distorsionada llega a psicotizarse. Las situaciones límite pueden llevar a estos estados. Me importa poco que no responda a la historia original, y repito, qué suerte que no lo haga. Las múltiples variaciones de estado de ánimo que va sufriendo Noé a lo largo de la cinta no tienen desperdicio, y por si alguien no entendió el guiño al fanatismo religioso -que puede llevar incluso a matar- tal vez debería volver a verla. Hay muchos guiños en esta película, a la naturaleza humana, la locura, las premoniciones y las maldiciones. El perdón, la venganza, el fanatismo, el miedo, la inflexibilidad, el amor, la culpa y el quebrantamiento de un hombre que está dispuesto a hacer lo que sea por su fe, todo, excepto matar, porque si el amor y la fe no pueden corresponderse, ¿entonces qué sentido tendría la primera? Noé relata el viaje iniciático de un hombre que finalmente ha renacido. La Biblia no cuenta eso: Noé maldice a su hijo Cam sobre los Cananeos, ¿preferían ver eso los cristianos ortodoxos? Yo no. Prefiero esta historia profundamente humana.