Solía ser fanático de esta saga de Rápidos y Furiosos y al día de hoy las sigo consumiendo. Por supuesto sin pagar una entrada en el cine porque soy consciente de que no lo vale. Esta saga debió haber terminado en la quinta entrega, cuando todavía tenía algo de dignidad. No lo hicieron pero tuvieron la oportunidad de concluir todo en la séptima entrega. Ese homenaje a Paul Walker hubiera sido un excelente final, Pero la codicia pudo más y siguieron tratando de lucrar...

Para intentar alargar la saga todo lo que se pueda, en esta película Vin Diesel es el villano por un chantaje de la nueva antagonista (Charlize Theron). Las escenas surrealistas con vuelos y maniobras super irreales no faltaron aquí. Es casi una película de Marvel o DC pero con autos. Es decir, de los inicios en donde los personajes corrían carreras callejeras no quedó nada. Ahora deben salvar al mundo y por alguna extraña razón los siguen llamando a ellos a pesar de no haber tenido entrenamiento militar, naval o alguna virtud en especial. Solamente saben correr autos y a veces pelear cuerpo a cuerpo también.

El CGI en las escenas de acción son excelentes y eso es lo que salva la película de un guión lleno de huecos argumentales, actuaciones deficientes y personajes que ya están algo desgastados (Ludacris por ejemplo). Y para tratar de justificar cualquier locura tecnológica tenemos tanto a Ludacris como a Nathalie Emmanuel para hacerlo con sus diálogos que prácticamente no entiende nadie.

No vale la pena desarrollar la cantidad de incoherencias en el guión y los huecos argumentales. Con ponerle un 5 (cinco) alcanza y sobra. Seguramente si sos fan de esta saga te sentirás decepcionado de ver el rumbo que tomó todo. Y tristemente está película le permitió a Rápidos y Furiosos convertirse en una franquicia. Seguirán explotando la marca todo lo que puedan por muchos años más