Salvadore Ross está loco por Leah Maitland y haría lo que fuera por conseguirla. Por casualidad descubre que posee un talento único para intercambiar sus características físicas con otras personas. Ross utilizará esa rara capacidad para intentar conquistar a su amor.

El protagonista comprenderá que las cosas no son tan sencillas como parecen. Lo que no puede ser no puede ser. Su loable ambición chocará con los gustos de la chica, y con las pretensiones del padre de ésta, un veterano de guerra empeñado en que su hija se case con un hombre digno. La dignidad, ese concepto tan problemático, no se consigue con magia ni con obstinación. Hace falta algo más que dinero, juventud y belleza para lograr el éxito, para alcanzar la gloria. No todo tiene un precio. Al menos eso es lo que nos quieren contar.

El episodio resulta entretenido, pero se encuentra lejos de los mejores de la quinta temporada.