Durísima película. Absolutamente necesaria. Sin medias tintas, directos al corazón del horror. Una patada en los cojones que te deja pegado la butaca durante casi dos horas.

Otras películas hablan de supervivientes (la lista de Schindler, el pianista). Esta te habla de los que de verdad perdieron la esperanza, las que estuvieron en el infierno, victimas con mayúsculas.

Por que si hay que hablar del holocausto hay que hablar de Auschwitz. Y esto es Auschwitz. Gente muriendo a miles un día, y otro día, y otro día, y otro día.

Si Ruanda fue un genocidio africano, con gente desquiciada matando en una orgía de locura a medio millón de personas, el Holocausto fue un genocidio netamente alemán. Eficiente, frío, calculado, industrial.

El que haya estado allí y haya visto una habitación llena de pelo humano para hacer mantas lo entenderá.

No había héroes que salvasen a los niños, también ellos morían a miles, un día, y otro día.

El que haya estado allí y haya visto una habitación llena de zapatos de niños lo entenderá.

Los americanos tampoco salvaron a nadie. Pudieron liberar el campo y no lo hicieron por razones tácticas.

La guerra es una gran mierda. No hay héroes. No hay buenos.

Spielberg, eres una nenaza.

Para mí la película definitiva sobre el holocausto.

P.D. esta crítica va dedicada a todos los militares que piensan que el camino más corto de A a B es la línea recta. Ellos saben lo que hay que hacer, ellos tienen la “solución” a los problemas. Malnacidos. No pagáis con la vida.