Una de las películas más alabadas, criticadas, discutidas y recordadas de la historia del cine.
Un jovencísimo Orson Welles, (26 años), debutó en la dirección interpretando el papel de un atribulado y temible magnate de la prensa, cuyas aventuras y desventuras son el eje principal del filme.
Welles compone un personaje cínico, brutal en sus convicciones, camaleónico y seguro de si mismo. Un personaje que vive por y para si mismo.
Pero estas ambiciones serán un arma de doble filo, cuando se vuelvan hacia él mismo, lo que le hará replantearse su vida, así como evocar con nostalgia su infancia.
Asímismo, Welles critica duramente la influencia de los medios sobre la sociedad, la ambición, (representada por su personaje), el poder y la nostalgia.
Una de las películas más complejas técnicamente, así como por los dobles sentidos que pueden encontrarse en ella, que supusieron el auge y posterior caída de Orson Welles. Un cineasta adelantado a su época, pero incomprendido.