Al igual que con Piratas del caribe 3, Spiderman se ha convertido en una cinta de aventuras repleta de espectaculares secuencias, donde el hombre araña brilla con luz propia, gracias al estupendo trabajo de Tobey Maguire, un actor prometedor y simpático.
En esta ocasión le se le multiplican los enemigos. Tenemos al hombre de arena, al simbionte alienígena negro y a Harry Osbourne, decidido a vengar la muerte de su padre.
A esto le añadimos los problemas "conyugales" de Peter y Mary Jane, las dificultades laborales de ambos, así como el propio ego de Peter, y ya tenemos material más que suficiente para la película.
Luchas titánicas, sentimientos a flor de piel, dialogos en los que los niños seguramente se pierdan, efectos especiales por doquier, y un final sorprendente para esta "última película" del superhéroe más popular de los últimos años.
Entretiene y con creces.