La primera de las dos películas, (incluyendo El Dorado), en la que Hawks consiguio un éxito rotundo. Después de su magistral "Río Rojo", Hawks nos ofrece aquí un espectáculo menor que aquella, pero de gran interés, reuniendo a todas las estrellas más reconocidas del Hollywood de aquellos años. El robusto y genial John Wayne, forma una excelente pareja con el dicharachero y cantarín Dean Martin.
El magistral Walter Brennan consigue aquí un papel entrañable y muy cómico, y el camaleónico Ward Bond, (amigo fiel de John Ford y del mismo Hawks), da dignidad en un papel corto pero muy logrado.
Junto a él, el malogrado cantante country, (se estrelló en una avioneta en 1983 a los 41 años), Ricky Nelson, comparte guitarra y whisky junto a Dean Martin, y la televisiva Angie Dickinson, (La mujer policía), le saca los colores al rudo Wayne en más de una ocasión.
Completan el reparto los todavía poco conocidos John Russell y el también televisivo Claude Akins, (Las desventuras del sheriff Lobo), dando vida convincentemente a dos villanos temibles.
Buena música, buena ambientación, mejores interpretaciones y un guión magnífico para el que sería un gran western.