En esta película de la Iglesia copia literalmente el esquema, las secuencias y los momentos de "Abierto hasta el amanecer" de Robert Rodríguez y Tarantino. Como en ésta, "Las brujas..." comienza con un robo, un par de atracadores desesperados y una fuga apoyada en un secuestro infantil. También en ambas películas, la trama empieza a torcerse y a degenerar cuando, a medianoche, el grupo en huida llega a un garito que se llena de vampiros -en Abierto- o a un ¿pueblo, taberna, castillo? -no queda esto muy claro en la cinta española- que resulta ser el centro mundial de las brujas adoratrices de Satán. En esos antros, en las dos películas -igual, igualico- se monta un pitoste largo y aburrido de violencia gratuita, peleas al estilo spiderman, chorros de vísceras y monstruos increíbles, con una gran diferencia: Salma Hayek (bellísima) en la de Rodríguez, y una cutre y lastimosa mujer patata en la de Álex-. Tras las inverosímiles batallas, ambas películas rematan en final feliz.

Las similitudes entre las dos películas son tan patentes que aún no entiendo que la crítica conocedora y entendida no lo haya denunciado y alabe tanto el producto de Álex como original, atrevido, fresco, etc.