Se podría decir que esta película ya es más profesional y más en la linea que nos tiene acostumbrado en sus películas, sobre todo de los años 90. Tiene lo típico de Almodóvar: personajes extravagantes (aunque creo que es la primera película en la que no sale ningún gay, ni transexual, ni dracqueen, etc...), momentos deliriantes, conflictos extremistas... También incluye una banda sonora desgarradora, y una actuación también.

Pero, lo chocante, es que (contando en la fecha en que se rodó) el ambiente de esta película es un convento donde hay de todo, incluyendo a la madre superiora adicta a la heroína.

Me ha gustado, y es que, las cosas "raras" de Almodóvar, me atraen. A parte, de que ya sabe manegar muchísimo mejor la cámara. Sólo le falta aún pulir un poquito los diálogos, pero es curioso, porque se empieza a ver al Almodóvar que todos conocemos ahora, es como ver a un niño pequeño.