¡Más de 65 años! y parece mentira que se haya hecho una película que atesora tanta calidad cinematográfica.
Pasa y pasa el tiempo y cada vez es mejor sobre todo cuando la comparamos con la basura que nos inunda.
La producción es muy realista, especialmente sencilla. Con pocos medios, todo está cuidadosamente puesto en su sitio por alguna razón y para transmitir algo. No hay nada al azar.
La dirección es espectacular, cada plano y cada secuencia están realizados con una precisión milimétrica. El movimiento de la cámara, la composicioón, la luz, la perspectiva, etc., son un derroche de creatividad y de lenguaje cinematográfico soberbio. Con muy pocas cosas mantiene un ritmo endiablado y un suspense que asfixia y angustia al espectador. Dirige a base de cuadros y cada uno de ellos es una obra de arte, algo muy italiano. A todo lo cual hay que añadir la dirección de actores que funciona como un reloj suizo.
Lo peor la música, podía haber sido mucho mejor para redondear la faena.
La historia no sólo es original sino que además está muy bien desarrollada y con unos diálogos de los que ya no se escuchan. No tiene desperdicio. Previsible al final pero también es verdad que en aquella época era todo lo más que permitían.
Los protagonsitas están que se salen. Eso es interpretar y lo demás es un cuento chino. ¡Qué ojos, qué miradas, qué sonrisas, qué expresiones, qué forma de hablar, qué...! Compara uno con los actuales muñecos de botox y silicona y se da cuenta de lo que son realmente grandes interpretes.
Reusmiendo: es una película imprescindible.