Simon (James McAvoy) es un ex-adicto al juego que trabaja en una casa de subastas y se asocia con una banda criminal para robar una valiosa obra del pintor Francisco de Goya. En el transcurso del robo recibe un golpe en la cabeza y al despertar no recuerda dónde ha escondido el lienzo. Ni amenazas ni torturas de los colegas de robo logran nada, de manera que el jefe de la banda (Vincent Cassel) contrata a una hipnoterapeuta (Rosario Dawson) para que le ayude a recordar dónde dejó el cuadro.

La película a mí me ha gustado y me ha parecido un tipo de cine negro actual, una peli de robos, un thriller noir y visionario de un excelente director como Danny Boyle, con el también excelente guión de Joe Ahearne y John Hodge, buena música de Smith y gran fotografía del consagrado Dodd Mantle. Los actores principales (James McAvoy, Vincent Cassel) y secundarios, así como la actriz principal Rosario Dawson hacen interpretaciones muy interesantes y creíbles en este thriller psicológico en el que principalmente la Dawson ahonda y perfila los lineamientos y matices para que este suspense de vértigo resuene en el espectador.

Sé que en los años ´50, ´60, ´70 y algunos más, se han realizado obras cinematográficas de este estilo de un relieve difícil de igualar, pero esta peli hace un acercamiento a los maestros. Quiero destacar también que su sesgo británico se hace notar –está además rodada en Londres-, un tanto alejado de los exabruptos del pobre cine americano que se realiza en la actualidad. Claro que en una importante parte, los clásicos directores de Hollywood de siempre jamás fueron en gran parte europeos exilados sobre todo de la segunda Gran guerra.

En resolución, creo que es un film que se recordará como un buen thriller psicológico. Como se dice al final de la peli: “¿Quieres recordar o quieres olvidar?”. Yo, recordar.